Hay tres aspectos fundamentales que están condicionando el presente y el futuro de los mercados y de la industria agroalimentaria en el contexto europeo y nacional. En primer lugar, la imperiosa necesidad de innovar de manera continua, por parte de las empresas, y de tener que adaptarse de manera muy flexible y rápida a las variaciones del mercado. En segundo lugar, la existencia de un consumidor final de producto altamente sensibilizado, activo, hiperconectado e informado. Y en último lugar, el hecho de que las empresas desarrollan su actividad en un contexto global donde las amenazas y riesgos de cualquier lugar del mundo tienen un impacto directo a nivel local. Este escenario plantea una serie de retos tanto para grandes como para medianas y pequeñas empresas del sector agro-alimentario, que son los siguientes: a) Conocer las amenazas, alertas y soluciones relacionadas con la seguridad alimentaria de producto a nivel mundial para poder desarrollar planes de contingencia ante potenciales crisis. b) Vigilar constantemente el entorno de la empresa (competidores, nuevos productos, innovación tecnológica) con el fin de definir la estrategia a futuro de la organización. c) Monitorizar como los consumidores expresan sus necesidades, modas, anhelos, y experiencias en relación a los productos disponibles en el mercado relacionados con las líneas productivas de las empresas agroalimentarias de cara a introducirlo en el centro del proceso de los procesos estratégicos de la empresa. d) Adelantarse a posibles riesgos emergentes de carácter global que pueden influir en la estrategia de la organización y poder definir estrategias de mitigación adecuadas, gracias a la observación constante y semi-supervisada realizada entre el sistema y los expertos validadores. En la actualidad la información publicada en fuentes digitales es ingente y muy valiosa para las empresas, y en especial para las del sector agroalimentario por su alta exposición a riesgos, modas, regulación, y exposición de imagen de marca ante productos que son ingeridos por los consumidores y que por tanto pueden afectar a su salud, seguridad y calidad de vida. Es crítico poder disponer de esta información debidamente capturada (fuentes de relevancia), filtrada, depurada y analizada conforme a unos criterios y metodologías concretas, todo ello de manera automática pero también supervisada por expertos. Con esta necesidad en mente nace la idea de proyecto BIGFOOD. El proyecto BIGFOOD tiene como misión desarrollar una nueva generación de servicios y aplicaciones basadas en tecnologías Big Data para el aprovechamiento de información digital global y su transformación a conocimiento capaz de ser utilizado de manera efectiva en todos los ámbitos de decisión de la empresa agroalimentaria para la reducción de la incertidumbre y el aumento de su competitividad.

Resultados del proyecto: R1. Core Tecnológico BIGFOOD para el desarrollo de soluciones de minado y análisis cuantitativo y cualitativo de información estratégica para la empresa. R2. Metodología y tecnología para el posicionamiento del consumidor digital como centro del proceso de innovación de las empresas de alimentación. R3. Metodología de búsqueda y tecnología de análisis para la identificación, clasificación y apoyo al experto en la clasificación de riesgos emergentes de seguridad alimentaria. R4. Prototipo de nueva generación de tecnología de vigilancia tecnológica en fuentes digitales. R5. Roadmap futuro de tecnologías y soluciones de text analytics en un contexto de big data para el sector agroalimentario.