El cuero constituye el material por excelencia para la fabricación de calzado. Está compuesto por colágeno, un material orgánico fácilmente degradable. Sin embargo, la utilización de metales como el cromo en el proceso de curtición tradicional, a la vez que lo transforma en un material duradero, inviabiliza su compostabilidad. En este sentido, la industria del cuero trabaja desde hace años en el desarrollo de productos y procedimientos más sostenibles, habiendo conseguido progresos significativos en la búsqueda de curtientes alternativos que permitan el compostaje del cuero. Siguiendo esta línea, se ha comenzado también a trabajar en el desarrollo de recubrimientos o acabados más sostenibles. Los productos de acabado se aplican en la fase final de la curtición para dotar al cuero de funcionalidades como la repelencia al agua, la textura, el tacto o el color deseado. Sin embargo, existe escasa información sobre el efecto que tienen estos productos sobre la compostabilidad y ecotoxicidad del cuero, características que la industria necesita mejorar para implementar la circularidad de este material tras su período de vida útil. Ante la necesidad de conocer cuál es el efecto que ejercen los diferentes productos de acabado sobre estos procesos, INESCOP desarrolla COMPOST-LEATHER-ABLE II, un proyecto que, tras investigar la influencia en la biodegradación de diferentes tipos de acabados de forma aislada, busca ampliar el conocimiento adquirido teniendo en cuenta un entorno más próximo al real, contribuyendo de esta forma al desarrollo sostenible de la industria.

Establecimiento de flujos productivos que fortalezcan la economía circular y el desarrollo sostenible como base de la fabricación para las industrias del cuero y el calzado y determinar el efecto que los acabados tienen en la biodegradación y compostaje de los cueros comerciales, de forma que los residuos se transformen en un subproducto de uso agrícola.