Desde su origen, el calzado deportivo ha estado unido a la innovación con avances en materiales de corte, plantillas o suelas, los cuales han evolucionado hasta la incorporación actual de piezas electrónicas y tecnologías 3D. El calzado deportivo se creó para ser utilizado en entornos deportivos donde se buscaba mejorar la eficiencia en la realización de actividades físicas, implementar el rendimiento y evitar lesiones en los usuarios. Sin embargo, rendimiento no tiene porqué ser sinónimo de comodidad. Es muy común que el consumidor tenga la percepción de que un calzado, por el hecho de ser de estilo deportivo, debe ser cómodo. Esta creencia se ha transformado en demanda y muchas empresas fabricantes de calzado están incorporando el estilo deportivo a su catálogo para cubrir así las expectativas y demandas del mercado. INESCOP ha constatado que la incorporación de las innovaciones del sector deportivo al calzado casual y de trabajo no es todo lo beneficiosa y confortable que se presupone para el usuario. En este sentido, el Laboratorio de Análisis Funcional de Calzado de INESCOP (LAFC), en el marco del proyecto SPORTSHOES I, aborda el concepto completo de calzado de estilo deportivo, analizando su uso en un entorno: casual, técnico y profesional.

Obtener resultados científicos para que las empresas puedan fabricar un calzado de estilo deportivo adaptado a diferentes entornos y actividades concretas cubriendo las prestaciones requeridas tanto por la población general como por los deportistas, incluyendo el análisis de gestos cotidianos y deportivos estándar. Además, se busca confeccionar una base de datos con las características físico-mecánicas y funcionales del calzado deportivo, tanto técnico como de uso casual y laboral, para disponer de guías técnicas para el desarrollo y selección de calzado deportivo confortable y eficiente.