Con el proyecto SAFETINPACK se pretende desarrollar un método analítico para la determinación de compuestos organoestánnicos en materiales plásticos destinados al contacto con alimentos, cosmética y farmacia. Para ello, se investiga la viabilidad e idoneidad de dos técnicas analíticas, muy diferentes entre sí, como son la espectrometría de masas de alta resolución basada en tiempo de vuelo (HRMS-TOF) y la espectrometría de masas de plasma acoplado mediante inducción (ICP-MS). Los compuestos organoestannicos son aquellos compuestos que tienen en común la presencia de, al menos, un enlace covalente Sn-C. Presentan una estructura tipo R(4-n)SnXn, dónde el estaño tiene un estado de oxidación de +4, X pertenece a un haluro, normalmente cloruro, y R contiene la parte denominada orgánica, habitualmente son grupos metilo, butilo o fenilo. Esta familia de compuestos tiene un interés relevante en la industria debido a su gran y variado número de aplicaciones. En la actualidad, la presencia de estos compuestos puede ser identificada por medio de la documentación que necesariamente debe acompañar a los materiales y/o artículos finales de este tipo. Sin embargo, a pesar de los enormes esfuerzos que llevan a cabo los fabricantes, especialmente las pymes, para poder completar todo el trabajo de cumplimiento al que se ven sometidos, como consecuencia de los requisitos que la seguridad alimentaria impone, en muchas ocasiones, este trabajo no puede llegar a ser completado debido a la falta de instrumentos analíticos facilitadores de dicha obligación.

Este proyecto va específicamente dirigido hacia el apoyo a las empresas valencianas relacionadas con toda la cadena de suministro de los artículos de plástico destinados a entrar en contacto con alimentos, cosméticos o fármacos. El principal resultado es la obtención de una metodología integral que permita evaluar el riesgo mediante el desarrollo de medidas de control específicas. En detalle los resultados esperados son: – Obtener envases más seguros gracias a la reducción de la presencia de estos compuestos a través de la optimización, tanto de las formulaciones como de las condiciones de fabricación y transformación de los materiales. – Controlar la migración específica de estas sustancias. – Procedimientos de ensayo globales e integrales. – Aumentar notablemente el conocimiento acerca del impacto de estas sustancias que hasta ahora carecen de una metodología validada. – Generación de sistemas de control de estos compuestos organoestánnicos adaptados a cada uno de los actores de la cadena de suministro de manera que puedan establecerse los mecanismos de intercambio de información que exige la legislación relativa al contacto con alimentos.