En el contexto actual de transición energética, el aumento de las energías renovables, el autoconsumo y la electrificación de la movilidad y la industria están transformando profundamente las redes eléctricas de distribución. Estos cambios suponen nuevos retos para garantizar un suministro seguro, eficiente y sostenible, especialmente ante la aparición de nuevas demandas como la recarga de vehículos eléctricos pesados o el suministro eléctrico a embarcaciones atracadas. Este proyecto tiene como objetivo desarrollar herramientas avanzadas de análisis y planificación de redes eléctricas que incorporen la incertidumbre en la toma de decisiones, considerando la integración de recursos energéticos distribuidos (DER) y servicios de flexibilidad. La iniciativa se centra en caracterizar y modelar los patrones de demanda eléctrica y estrategias de recarga en entornos de alta potencia, y en explorar el papel de la flexibilidad como recurso clave para mitigar impactos y optimizar inversiones en la red. El enfoque del proyecto combina el desarrollo metodológico con la validación en escenarios reales, con el fin de establecer criterios técnicos robustos para una planificación más adaptativa y resiliente de las redes de distribución eléctrica ante los retos de la descarbonización y la movilidad sostenible.

El proyecto dará lugar a varias herramientas especializadas que permitirán una mejor planificación e integración de la movilidad eléctrica en las redes de distribución: Modelos de incertidumbre para apoyar decisiones de inversión en la red eléctrica. Herramientas de simulación de escenarios de movilidad eléctrica terrestre y marítima con asignación geográfica. Herramientas de localización y dimensionamiento de puntos de recarga de alta potencia y sistemas de suministro eléctrico en puerto. Herramienta de análisis y visualización del impacto de estas infraestructuras en la red eléctrica.