La creación de confianza en las soluciones inalámbricas y el aumento de su aceptación social son dos retos fundamentales para lograr desarrollar todo el potencial que el Internet de las Cosas (IoT) nos ofrece. SCOTT (Secure COnnected Trustable Things), es un proyecto pan-Europeo de 3 años de duración formado por 57 socios de 12 países (incluyendo la UE y Brasil), entre los que podemos encontrar empresas como Nokia, Ericsson, Siemens, Embraer, NXP o Indra. SCOTT persigue reducir estas barreras que frenan la plena adopción en el mercado mediante el desarrollo de soluciones inalámbricas seguras, fiables, interoperables y económicas. SCOTT no busca sólo que las “cosas estén conectadas”, sino que las “cosas en las que puedes confiar estén conectadas de una forma segura”, con tecnologías fiables y robustas que aseguren la privacidad de los usuarios finales. SCOTT se centra en redes inalámbricas de sensores y actuadores aplicadas a distintas áreas como movilidad, transporte, edificios, infraestructuras y salud, lo que permite atacar a diversos objetivos sociales europeos como la integración, la mejora de la calidad de vida, la reducción de consumo energético y la mejora en la gestión de las infraestructuras. Las tareas de investigación desarrolladas en SCOTT persiguen generar confianza en las soluciones inalámbricas, mediante una conectividad eficiente, fiable, y ubicua de sistemas embebidos inteligentes y de sistemas de sistemas (SoS), contribuyendo así a los nuevos conceptos de vehículos autónomos, transporte multimodal integrado, Industria 4.0 o eHealth. Para su desarrollo, SCOTT tiene muy en cuenta la experiencia de usuario y sigue un diseño centrado en el usuario, trabajando así la privacidad y la seguridad donde realmente se necesita. Para ello se utiliza un Trusted System Development Framework que se aplica a todos los casos de uso, acelerando así la aceptación de estas soluciones en el mercado. SCOTT simplificará la activación y configuración de seguridad y privacidad, desarrollando métricas para una privacidad y seguridad medible, creando así un sistema de “Etiquetado de privacidad”, inexistente actualmente. Esto requiere además de esfuerzos adicionales para la estandarización y el trabajo en ontologías para conceptos de seguridad y privacidad en sistemas ciberfísicos (CPS) y en dominios de IoT. SCOTT utiliza una arquitectura de referencia estándar y multidominio, creada en un proyecto anterior (DEWI y su concepto de “Bubble”), y que es compatible con la ISO 29182 – Sensor Network Reference Architecture, que fomenta la reusabilidad, escalabilidad e interoperabilidad de los componentes. El desarrollo del proyecto está centrado en 15 casos de uso de diferentes áreas de elevado interés para la sociedad e industria europea, con un énfasis especial en los casos de uso multidominio y los escenarios heterogéneos, incluyendo el uso de 5G y cloud computing para generar ecosistemas digitales que consigan una mayor penetración en el mercado. Los resultados de estos desarrollos se mostrarán en 20 demostradores distribuidos por toda Europa.

El Internet de las Cosas (IoT) es uno de los principales habilitadores de la transformación digital que está afrontando Europa, y representa el concepto de que cada objeto y ubicación en el mundo físico puede formar parte de Internet. El McKinsey Global Institute resalta el papel de IoT como un cambio en las reglas del juego: “IoT cambiará las normas de la competición y dirigirá nuevos modelos de negocio para los usuarios y las compañías”. IoT permitirá (y en algunos casos forzará) nuevos modelos de negocios para las compañías que usen sistemas IoT en sus operaciones, a la vez que generará nuevas líneas de negocio para las compañías tecnológicas. Como resultado, Europa está afrontando una digitalización de los procesos de negocio. Mientras que los productos de consumo utilizan cada vez más las conexiones inalámbricas y los servicios en la nube, las aplicaciones industriales aún tienen una posición reacia debida principalmente al miedo a las posibles consecuencias maliciosas que puedan acarrear. Las partes físicas del IoT como los sensores, actuadores y comunicaciones cableadas se encuentran, en general, maduras y bien establecidas en el mercado. Sin embargo las soluciones inalámbricas, a pesar de presentar mayores beneficios de uso, flexibilidad, movilidad, reducción de peso y mantenimiento, aún no han conseguido penetrar correctamente. Y es que aún se considera que estas soluciones no son fiables, en particular cuando la aplicación presenta requisitos de privacidad y seguridad. Crear confianza en las soluciones inalámbricas e incrementar su aceptación social es uno de los mayores retos para conseguir aprovechar todo el potencial que nos ofrece el Internet de las Cosas. SCOTT tiene como objetivo generar soluciones inalámbricas económicas, seguras extremo a extremo, con conectividad fiable e interoperables, que permitan atacar esta última milla de acceso al mercado. En paralelo, SCOTT se mantendrá en contacto con los principales participantes de los distintos dominios industriales para conseguir explotar sinergias multidominio y fortalecer la posición de Europa en el campo emergente del Internet de las Cosas seguro.