DRIUS es un proyecto subvencionado por el Programa Europeo de Competitividad e Innovación (CIP/2007-2013) de dos años de duración. El principal objetivo de este proyecto es la introducción en el mercado de nuevos sistemas de microrriego 100% compostables como solución a la gestión del plástico y de los restos de tierra y plantas en plantas de compostaje al acabar la cosecha. El nuevo sistema no requerirá la separación o incineración de las tuberías o restos. A pesar de que este sistema de microrriego es interesante para todos los agricultores debido a sus beneficios medioambientales, tiene un especial interés para los agricultores orgánicos. Estos son conscientes de las ventajas del abono en lo referente a la fertilidad del suelo, su estructura (aireación, que se pueda cultivar), la gestión del agua y la penetración de las raíces de las plantas. Por lo tanto el compostaje se realiza a menudo en sus propios campos. El uso de este sistema de microrriego compostable les permite reducir costes y manejar el sistema ellos mismos.

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