El transporte urbano está actualmente sometido a importantes dinámicas confluyentes relacionadas con el desarrollo de las Smart Cities, como la implantación de modelos de movilidad sostenible o la reconquista del espacio urbano por parte de los peatones y de los ciudadanos. El transporte urbano por autobús está aprendiendo a coexistir con el uso regular de nuevos medios de transporte como los tranvías, las bicicletas particulares o, recientemente, las bicicletas compartidas. En el futuro, incluso en el presente en algunas ciudades europeas como París, se puede vislumbrar la incorporación de sistemas de movilidad basados en automóviles compartidos. Frente a este escenario, el transporte urbano por autobús debe desarrollar una nueva oferta que resulte más adecuada a las necesidades de su usuario, integrado en el conjunto del sistema de transporte urbano y acorde al cumplimiento de las cada vez más restrictivas normas medioambientales. Por otro lado, debe cumplir un objetivo de servicio público que impone unas tarifas reducidas, asequibles y aceptables por el ciudadano. La consecuencia de dicha política tarifaria, junto a la actual limitación de recursos públicos que puedan apoyar el equilibrio financiero de dicho servicio público, llevan a una necesidad de explorar todas las vías de mejora de la rentabilidad de explotación. Para ello, criterios como la mejora de la velocidad comercial o la previsión de la demanda y correspondiente ajuste de la planificación son clave. Ante este planteamiento, con el proyecto se pretende diseñar un transporte urbano por autobús más sostenible, centrado en el usuario y que pueda permitir mejoras sensibles en la rentabilidad de explotación.