El uso de las pilas de combustible tiene un futuro prometedor. Su eficiencia energética (entorno al 50%) resulta mayor que la que ofrecen por ejemplo los motores de combustión interna o las centrales térmicas convencionales. A diferencia de las baterías, las pilas de combustible presentan como principal ventaja que los reactivos consumidos se reabastecen, es decir, que puede producir energía de forma ilimitada si se encuentra en presencia de los reactivos componentes. La celda o pila de combustible más extendida es la de hidrógeno, que tiene como reactivos componentes el hidrógeno y el oxigeno. Varios son los elementos que configuran la pila de combustible y que son críticos tanto en su eficiencia como en su coste. Entre ellos se encuentra la membrana que separa los reactivos. Debe de separar el ánodo del cátodo convenientemente pero a su vez debe de proporcionar buena conductividad frente al trasiego de protones entre los polos. Así pues nuestro proyecto plantea la síntesis y ensayo de nuevas membranas que trabajen a diferentes temperaturas y concentraciones de metanol.